AEROFOBIA – MIEDO O FOBIA A VOLAR EN AVIONES

La aerofobia es el miedo o fobia a volar en aviones; afecta a un número importante de personas en nuestra sociedad. A pesar de que este miedo parezca poco limitante, por la baja frecuencia con la que muchas personas cogen aviones, esto no es del todo cierto. En muchos casos este miedo puede incapacitar e imposibilitar su utilización [el avión] en caso de necesidad por motivos laborales, familiares, de ocio o de cualquier otra índole.

A pesar de que sabemos que el avión es el medio de transporte más seguro, el cielo no es un medio natural para nosotros lo que conlleva a que nos sintamos en un lugar desconocido e intranquilo. Las noticias de accidentes en aviones suelen ser impactantes porque implica la muerte de la gran mayoría e incluso la totalidad de pasajeros y tripulantes. Esta consecuencia, incluso para aquellos que no padecen un miedo o una fobia a este medio de transporte, les genera cierta inseguridad o molestia.

Así, curioso pero cierto, son pocas las personas que no presentan algo de inquietud ante un posible viaje. Algunos para paliar su ansiedad o temor, toman algún tipo de medicamento que les ayude a enfrentarse al momento del despegue y aterrizaje, otros intentan entretenerse con múltiples actividades durante el vuelo, mientras que otros incluso son incapaces de volar si no van acompañados.

Diferencia entre miedo y fobia a volar en avión

Debemos diferenciar entre tener miedo o fobia al avión. El miedo es un temor grande hacia algún peligro que se percibe como amenazante, pero por norma general la persona termina afrontándolo, aunque sea con angustia. Sin embargo la fobia supone una reacción mucho más intensa, incluso desproporcionada, ante el estímulo amenazante y en ocasiones paralizante para quien la padece. En el mejor de los casos un aerofóbico cogerá el avión pero, a la hora de afrontar situaciones como las turbulencias o algún ruido extraño, su reacción será desproporcionada. En el peor de los casos, alguien con una fobia a los aviones no será capaz de coger el vuelo e incluso, en ocasiones, ni siquiera se sentirá capaz de acercarse a un aeropuerto, evitando de esta manera cualquier estímulo relacionado con el avión.

El miedo a volar debe ser evaluado en cada caso por un especialista, pues lo que hay detrás del mismo puede tener características de distinta índole. Es distinto tener miedo a subir a un avión porque creo que puedo morir, miedo a que me de agobio estar encerrado/a, miedo a no controlarme si algo sucediese o tuviese un ataque de pánico, miedo a lo que pienso que podría pasar si hubiesen turbulencias, miedo por no conocer al piloto y depender nuestras vidas de el mismo, etc.

Son múltiples las informaciones que surgen para ayudar a superar sus miedos a los aviones y son muchas las ocasiones en que hemos escuchado que cuanto más vueles más se pierde el miedo a coger un avión. A pesar de ello, personas que vuelan con frecuencia no terminan por adaptarse a este medio, produciéndose en ellas los problemas descritos.

Informaciones dadas en videos sobre aviones, la tecnología de los mismos, la formación de pilotos y azafatas, así como el mantenimiento del avión, no terminan por convencer a la mayoría de los que padecen este problema, ya que a pesar de tener toda la información necesaria y sus dudas resueltas, su miedo persiste.

Desde la psicología cognitivo conductual, los resultados son asombrosos en cuanto a la superación de este miedo. El trabajo de los pensamientos de los pasajeros temerosos o fóbicos, así como estos influyen en las emociones o sensaciones que experimentan e incluso en lo que hacen, son la clave para el cambio. Ser capaces de generar pensamientos menos dañinos que me expongan ante la situación temida, más objetivos, realistas y adaptativos, será la clave para superar el miedo. Así mismo, aportar nuevas habilidades para afrontarlo, así como técnicas de relajación, dotarán al sujeto de un mayor número de recursos para conseguir su objetivo.