¿CUÁNTO DURARÁ TU RELACIÓN DE PAREJA SEGÚN LO QUE DICE LA CIENCIA?

“All you need is love” cantaban The Beatles allá por la década de los sesenta y aunque el amor ya no es el pilar fundamental de muchos seres humanos, la relación de pareja continúa siendo una de las preocupaciones y aspiraciones de todo ser humano. A todos nos gusta sentirnos amados y en base a ello construimos relaciones que no siempre son las más adecuadas para nosotros. La buena noticia es que actualmente hay infinidad de estudios que tratan de desentrañar la naturaleza humana en toda su extensión.
Los avances han hecho posible que cada vez sea más fácil predecir si tu relación de pareja durará o no. Eso sí, una cosa es lo que la mente racional es capaz de determinar y otra muy diferente es que, dentro de una relación, seamos capaces de tomar las decisiones más lógicas.

El triángulo de Sternberg, ¿Sigue siendo un buen parámetro para medir cuánto durará tu relación de pareja?

Hace décadas, el psicólogo e investigador Sternberg decidió estudiar cuáles eran los componentes del amor. Lo consiguió (a medias) al identificar la intimidad, la pasión y el compromiso como los pilares de una relación satisfactoria; el llamado triángulo de Stenberg. De hecho, el denominado amor verdadero sería una combinación de la intimidad, la pasión y la capacidad de compromiso que hay entre la pareja.

Entonces, ¿Por qué actualmente no basta con estas claves? ¿Por qué parece que se requiere de mucho más a tales efectos? Bueno, aunque lo cierto es que hay varias combinaciones que surgen de los trabajos de este investigador, las relaciones son mucho más complejas y en la actualidad los psicólogos aún trabajan en numerosos estudios para determinar cuáles son las claves de una pareja duradera.

Es el caso de un estudio de la Universidad de Illinois en el que, tras 9 meses de estudio, descubrieron otras alternativas a los tipos de relación definidos por Sternberg.

• Relación con enfoque hacia la pareja: Esta relación es aquella en la que la pareja es lo más importante y, de hecho, son las relaciones que más tiempo duran. El 30% de las parejas investigadas presentaban este patrón.
• Relación 2.0: Es una modalidad nueva de relación de pareja en la que la interacción entre ambos se da más a través de las redes sociales que a partir de la relación real. El 19% de los estudiados presentaban este patrón. Apenas pasaban la frontera de los 2 años.

• Relación basada en el conflicto: Esta relación se basa en las discusiones y conflictos constantes. Componen un 12% de las relaciones y lo más sorprendente es que suelen ser muy duraderas. Es lo curioso de la toxicidad, que genera dependencia.
• Relación basada en el drama: Más de un 40% de las relaciones tienen este perfil. Son aquellas en las que la inestabilidad es la constante. En ellas hay desde mimos hasta fuertes discusiones.

Algunas claves para saber cuánto durará tu relación

Los profesores Russel F Proctor II y Ronald B Adler establecieron cuatro dimensiones de privacidad que toda pareja debe tener y sin las cuáles, ninguna pareja sobrevive. Pero, ¿Qué es la intimidad de pareja realmente? Aparte del sexo y las caricias, se basa en saber cómo es el otro, saber que quiere y ser capaz de comunicarse de una manera limpia. No se trata de sexo, sino de confianza. La intimidad es lo que marca las relaciones de confianza. ¿Hay confianza en tu relación de pareja? ¿Puedes vivir mucho tiempo de intimidad con tu pareja y que no surja el aburrimiento?

Estos niveles de intimidad son:

La intimidad física en la que no solamente se habla de relaciones sexuales sino también de toda clase de muestras de cariño y cercanía.

La intimidad emocional es otro de los rasgos distintivos en las relaciones de pareja y se basa en tratar de entender  cómo te sientes y cómo se siente el otro. Es una interacción emocional constante.

La intimidad intelectual es tan importante que muchas parejas pueden mantenerse juntas para siempre solamente por el hecho de que están coordinadas a nivel intelectual.

La última de estas dimensiones, pero no la menos importante, es el hecho de que una de las partes de la pareja sienta desprecio hacia su compañera/o. Esto, junto a una actitud negativa frente a las situaciones complicadas de la vida, pueden echar al traste cualquier relación, por muy feliz que haya sido en los buenos momentos.