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EXPOSICIÓN A LOS MIEDOS Y A LAS FOBIAS

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¿Cuál debe ser objetivo real de la exposición a miedos o fobias?

Son muchas las personas que presentan algún tipo de miedo o fobia a alguna situación o estímulo, y este le produce en algunos casos limitaciones significativas en su día a día.

La exposición a los estímulos o situaciones temidas es una de las técnicas más utilizadas en la terapia cognitivo conductual para la superación de los miedos o fobias.

En este artículo queremos hacer hincapié en los elementos generales de esta técnica, pues consideramos que en muchos casos, aquellas personas que quieren superar sus miedos sin ayuda psicológica cometen errores, siendo finalmente esta técnica no efectiva para ellos.

Así mismo debemos decir que la exposición es sólo una de las técnicas empleadas para este tipo de problemas pero, como explicaremos a continuación, es recomendable realizar un trabajo previo antes de la utilización de la misma.

exposición a situaciones temidasEl objetivo al realizar una exposición es que la persona sea capaz de controlar su ansiedad ante estímulos o situaciones que le generan ansiedad, miedo o pánico. Además se busca que la persona permanezca en esa situación temida, tolerando la angustia o ansiedad que esta le genera sin que huya o evite la misma, hasta que la ansiedad poco a poco vaya disminuyendo. La finalidad de todo ello es que observe que aquello que teme realmente, o las consecuencias que ha anticipado, no llegan a suceder; o por lo menos no tienen un carácter tan catastrófico o terrible como pensaba.

Existen distintos tipos de exposiciones, pero en este artículo nos centraremos en la exposición en vivo.

Con esta técnica se producen cambios a nivel fisiológico, pues la persona termina habituándose al estímulo temido, cambios a nivel conductual debido a la extinción de la respuesta condicionada de ansiedad al presentarse repetidamente el estímulo temido y que este no vaya seguido de una respuesta aversiva, y finalmente a nivel cognitivo, ya que se produce un cambio en las expectativas por la observación o comprobación de la inocuidad del medio.

Factores previos a tener en cuenta antes de una exposición

Los tipos de pensamientos negativos o catastróficos así como las expectativas negativas generadas sobre lo que va a ocurrir cuando se presente ante el estímulo o situación temida, adquieren una gran importancia en la exposición. Es muy importante la reestructuración previa de esos pensamientos así como la aportación de otros nuevos, más adaptativos y positivos. Así mismo, unas expectativas más adecuadas y realistas sobre lo que en esa exposición sucederá, ayudará a la persona a tener un mayor control en su exposición.

Se debe generar un plan de exposición donde se describa de forma clara cuáles son las situaciones problemáticas. Para ello habrá que realizar una jerarquía donde de menor a mayor ansiedad las expongamos de forma clara y concisa.

En una exposición no bien organizada pueden existir contratiempos que finalmente no den el resultado deseado, por ello, una buena estructura garantizará un mayor éxito. Aún así, debemos saber de qué manera y que recursos o habilidades debemos desarrollar para el afrontamiento de los mismos.

La duración de las exposiciones deben ser largas, lo ideal es que se permanezca en ellas hasta la reducción casi total de la ansiedad o, como mínimo, la ansiedad deberá haber bajado a un 50%. Una vez la ansiedad alcance estos parámetros, permanecer ante el estímulo fóbico más tiempo no generará mayor eficacia.

fobias y miedos, exposición en vivoEl intervalo entre las sesiones debe ser corto, no es recomendable que pase mucho tiempo entre una exposición y otra.

La persona debe tener cierto nivel de atención al estímulo o situación temida en el que se encuentra, las conductas o pensamientos evitativos no contribuirán al éxito de la técnica. No se trata de ponerme frente a mi temor sino de atenderlo.

Debemos evitar las conductas de escape y el abandono de la exposición, pues si las realizamos no cumpliremos el objetivo de la misma. Excepcionalmente aunque no es lo ideal se pueden realizar conductas de escape muy breves seguidas de la reexposición al estímulo temido.

Dado el grado de malestar que genera la idea de exposición en los pacientes, pues deben enfrentarse a sus temores, en la práctica clínica es frecuente que entrenemos a los pacientes antes de comenzar la exposición aportándole herramientas tales como: técnicas de respiración, autoinstrucciones, relajación o la reestructuración cognitiva anteriormente comentada. Gracias a esta preparación previa el paciente se siente más seguro para controlar la situación temida y el manejo de su ansiedad.

  LA CLAUSTROFOBIA

Exposición a los miedos o las fobias – un caso real

A continuación exponemos un caso real de exposición, donde el protagonista cree realizar una exposición de forma correcta, pero finalmente no consigue superar su miedo. Explicaremos los fallos más comunes, pues suelen repetirse en la gran mayoría de las exposiciones cuando no son guiadas por especialistas.

Juan es un joven de 25 años que trabaja en el sector del marketing. Como en muchos trabajos, su empresa le ofrece dos horas para el almuerzo, el cual deberá realizar fuera del recinto laboral. En ocasiones Juan se va a pasar el tiempo a un centro comercial cerca del trabajo, donde se entretiene viendo tiendas o realizando algunas compras, para finalizar eligiendo un sitio donde comer. Cada día siente una presión terrible pues no le gusta almorzar solo, siendo tal su miedo a que le puedan ver sentado sin acompañantes, que en muchos casos decide picar algo rápido en el baño del trabajo o cuando va de vuelta al mismo mientras camina.

fobias y miedos en distintas situacionesCada vez que Juan decide escoger un sitio para comer, sus pensamientos adquieren un carácter bastante negativo y pesimista sobre lo que allí sucederá. Piensa que dará pena a los otros, que creerán que no tiene amigos o que muy raro debe ser para estar solo. En el fondo ni Juan mismo sabe porque piensa estas cosas, porque cuando no está en la situación temida, piensa que es ridículo mucha de las cosas que piensa.

Impulsado por la incoherencia que sentía hacia sus propios miedos y harto ya de que esto le suponga una limitación continua, un día Juan decidió intentar resolverlo. A la hora del almuerzo decidió ir al centro comercial y sentarse en una mesa para comer.

Se animó y motivó diciéndose que mucha gente lo hacía y que no pasaba nada. Estaba muy nervioso, sudaba, tenía ansiedad y cada vez más sentía que todo el mundo le observaba e imaginaba lo que estarían pensando de su penosa situación. Su cabeza iba a mil, empezó a sentirse agobiado y a darse cuenta de que realmente no podía con ello a pesar de sus intentos. Cada vez más se reafirmaba en que estaba haciendo el ridículo y en lo terrible que era que los demás pensasen cosas negativas sobre él. Finalmente decidió pagar y marcharse pues no pudo soportar la ansiedad que le estaba generando la situación. Al salir se sintió tremendamente aliviado, pues su ansiedad poco a poco disminuyó, pero decepcionado por no haberlo conseguido. Triste y cabizbajo se sintió derrotado y una vez más corroboró que a pesar de ser valiente y exponerse, aquello no funcionaba, todo lo contrario, era peor pues más se reafirmaban sus ideas.

Somos muchos los que como Juan, en un momento determinado de nuestras vidas y ante algún miedo a alguna situación o estímulo, hemos decidido hacer lo mismo que él, exponernos. Pero en muchos casos hemos fracasado y lo que hemos conseguido es el efecto contrario al que deseábamos, siendo finalmente nuestra decisión evitar o huir de aquello que nos produce malestar antes que enfrentarnos.

Pero, ¿por qué no salió bien la exposición de Juan?

Juan realizó una exposición por su cuenta donde no tuvo en cuenta muchas variables, que son las que al final hicieron que su exposición fracasase.

A continuación describiremos algunos de los errores cometidos por Juan:

– Juan pensó que no debía sentir ansiedad ante la situación de verse almorzando sólo. Su motivación e ilusión era tal, que lo único que esperaba era llegar allí y encontrarse tranquilo en la situación. Pero esta es una expectativa errónea. Ante un estímulo que causa temor, la persona siempre va a tener un cierto nivel de ansiedad, el cual deberá tolerar y manejar. Recordad que el fin de la exposición es soportar el malestar que nos genera esa situación u objeto. Además debemos ser conscientes de que es muy normal que la ansiedad esté presente antes y durante la exposición, y no por ello el resultado es negativo. Mantenernos en el tiempo ante el estímulo o situación temida hará que la ansiedad poco a poco vaya disminuyendo, siendo este el objetivo que perseguimos. En cambio, la evitación será clave en el mantenimiento de la ansiedad.

  EL MIEDO AL RECHAZO

Juan decidió exponerse de golpe a su mayor temor, almorzar solo, otro error. Debemos recordar que las exposiciones por norma general debemos hacerlas de forma gradual, y no ir directamente a nuestro gran temor. Antes de exponerse a esa situación, Juan podría haber realizado pequeñas exposiciones anteriores a esta que no le supusiesen tal grado de ansiedad. Hay que recordar que en la mayoría de los casos se debe realizar una jerarquía donde la persona poco a poco se vaya exponiendo a situaciones de menor a mayor ansiedad. Proceder de algo más fácil a lo más difícil servirá de ayuda como entrenamiento para la situación final, haciendo de ésta una exposición más sencilla.

fobias y miedos, exposición mal realizadaJuan permaneció muy poco tiempo realizando su exposición. En cuanto se desarrolló la sintomatología ansiosa y negativa (normal como hemos comentado anteriormente) decidió huir y evitar ese malestar.Al permanecer tan poco tiempo en su exposición no permitió habituarse a la situación, no dejando ver como su ansiedad iría reduciéndose poco a poco. Huir como él hizo cuando experimentó ansiedad, no cumple con el criterio de permanecer en esa situación temida hasta que se produzca la reducción de la ansiedad, haciendo el esfuerzo de tolerar el malestar que ésta generaba. Tras su huída, debió volver a intentarlo, pues si no la exposición no solo no ha sido útil, sino contraproducente, como así le sucedió. Tolerar el malestar hasta que nuestra ansiedad se vea reducida al menos en un 50% es vital para el éxito. Debemos evitar el abandono prematuro.

Una exposición puntual y aislada no siempre sirve para superar nuestros temores o fobias. Juan saca conclusiones de una exposición puntual y mal realizada, en la cual no contó con muchos factores importantes a tener en cuenta. La exposición debe ser realizada teniendo en cuenta todas las variables controlables y con una periodicidad que permita la superación de los temores.

– Si nos fijamos en el caso de Juan, en ningún momento intentó trabajar y gestionar su ansiedad, tampoco reestructuró sus ideas negativas y catastróficas sobre lo que allí estaba experimentando. Esto se debe a la falta de recursos o habilidades de Juan, y la falta de entrenamiento previo para el afrontamiento y control de toda la sintomatología negativa o ansiosa.

A modo de conclusión, debemos aclarar que una exposición adecuada y como se realiza en la práctica clínica conlleva un trabajo arduo donde el análisis y control de los distintos factores o variables que pueden estar afectando a la persona, o que pudieran acontecer en la misma exposición, son evaluados de forma concisa.

Una exposición no debe realizarse si no intuimos expectativas de éxito en la misma. Para ello, se realiza un trabajo previo con el paciente que implica una amplia evaluación no solo del estímulo o situación temida, sino de la calidad de sus pensamientos, sus habilidades de afrontamiento, su historia pasada, el por qué de ese temor, etc.

Sin duda alguna es necesario el aporte de nuevas herramientas y técnicas, que permitan que la persona adquiera nuevas habilidades y otras más específicas para el afrontamiento correcto de los estímulos o situaciones generadores de ansiedad.

Así mismo, se deben explicar los fundamentos, el modo de proceder, los objetivos y dificultades que pueden conllevar esta técnica, ya que ello ayudará al paciente a tener mayor confianza sobre lo que ocurrirá durante la exposición y como deberá afrontarla.


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