HABILIDADES DE COMUNICACIÓN, EXPRESARNOS CORRECTAMENTE

Habilidades para comunicarnos, temor a la reacción del otro

Son muchas las personas que en algún momento de su vida han temido el poder expresar una opinión o duda, e incluso realizar algún tipo de crítica, por temor a la reacción del otro. El miedo a sentirse juzgado, las represalias, la no aceptación de nuestra crítica, herir los sentimientos del oyente, etc., son solo algunas de las razones que llevan a muchos a valorar si manifestarse o no en un momento dado.

Es frecuente que algunas personas pasen horas e incluso días o semanas planeando cómo decir, y de qué manera, aquello que desean transmitir. Incluso, en muchos casos, practican una y otra vez el relato y las contestaciones a las posibles preguntas o respuestas del otro. Así, de esta manera, el sujeto tiene mayor seguridad pues se siente preparado para asumir todas las posibles alternativas de respuesta que existen al respecto.

Es evidente que todo ello genera un “falso control” en la persona, pues es imposible saber al 100% la reacción que alguien va a tener ante nuestras palabras, y mucho menos la respuesta exacta que dará. Lo que sí debemos reconocer es que, en ocasiones, una crítica o determinados argumentos frente a ideas pueden generar algún tipo de impacto sobre el receptor de la información que dependerá no solo del mensaje emitido, sino también de las características propias tanto del emisor como del oyente. Además, la interpretación que este último haga de las palabras dichas dependerá en gran medida del lenguaje tanto verbal como no verbal de quién las emite.

No todos disponemos de los mismos recursos ni tenemos las mismas habilidades para expresarnos correctamente. En muchos casos nos encontramos con situaciones donde las mismas palabras dichas a la misma persona pero por dos personas distintas generan reacciones completamente diferentes e incluso complementarias. Así, algo que se dijo una vez para ayudar, ahora puede ser percibido como amenazante, carente de sentido e incluso destructivo para quién lo escucha.

Estrategias para una buena comunicación

Por todo lo comentado en líneas anteriores, es importante conocer algunas estrategias para que puedan ayudarte a sentirte más seguro a la hora de expresar tus opiniones.

• Debemos ser conscientes de que nuestras opiniones tienen influencia sobre los otros, por ello es importante ser capaz de valorar el momento, lugar y formas para decirle algo a alguien.
• A la hora de decidir si opinar sobre un aspecto o no, debemos saber que es importante valorar si se nos ha pedido la opinión o no. En caso de que no haya sido solicitada, debemos cuestionarnos si será necesario darla, es decir si aporta algo para la otra persona nuestra opinión (constructiva).

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  Expresar los problemas en los siguientes términos “conducta-sentimiento- consecuencia”, de tal manera que evitemos críticas o aportar cualquier otro tipo de información no necesaria para transmitir simplemente que algo que hizo la otra persona me hizo sentir de una determinada manera, y que por ello tuvo unas determinadas consecuencias.
• Compensar los comentarios negativos con elogios o características positivas de la persona. Todo discurso cargado de componentes negativos es poco estimulador y no suele ser propicio a generar cambios con carácter positivo.
• Si sientes enfado o rabia por algo que te han dicho o hecho, debes dejar “que las cosas se enfríen”, pues si no, es probable que tus palabras en ese momento tengan consecuencias negativas.
• Valorar si nuestro comentario es oportuno o no, es decir, los problemas o los conflictos deben ser resueltos lo más cercano posible en el tiempo al momento ocurrido. Si pretendes realizar un comentario de un hecho acontecido mucho tiempo atrás, quizás ya no tenga sentido.
• Cuidar el lenguaje que utilizamos. Este no puede ser impositivo sino más bien utilizar uno que sugiera, con respeto, bajo la propia experiencia o la sensación propia, la opinión descrita.
• Controlar y manejar nuestro lenguaje no verbal, teniendo en cuenta además que debe ser coherente con el mensaje que estamos transmitiendo.

Recordar que en una buena comunicación es muy importante hacer llegar al otro el mensaje deseado. A mayor abundamiento de lo dicho, sabemos la importancia que tienen otros factores como los gestos, la entonación, nuestra actitud, etc. a la hora de expresar cualquier mensaje. Precisar que a pesar de ejercer un control sobre todos los factores expuestos en líneas anteriores, todo ello solo hará aumentar las probabilidades del éxito pero no lo garantiza, pues dependemos también de las características e interpretaciones del receptor del mensaje.