¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TENER UN ESPACIO PARA TI EN LA RELACIÓN DE PAREJA?

Relación de pareja, ventajas de disponer de un espacio independiente

Son muchas las parejas que tienen dificultades a la hora de compartir tiempo con el otro. Sus quejas muchas veces van orientadas a la falta de actividades de ocio en común o intereses iguales, pero a pesar de ello debemos valorar la importancia que tiene tener tanto un espacio individual, como otro compartido.

Es evidente que una relación pasa por distintas fases donde, por norma general, el deseo inicial es disponer y compartir el mayor tiempo posible juntos. Con el paso del tiempo esta necesidad parece ser menor, hecho que es percibido por muchos como que la relación de pareja va en decadencia, pero esto no tiene por qué ser del todo cierto.

Son muchas las ventajas que supone disponer de un espacio propio en una relación de pareja. En primer lugar enriquece a la misma, pues el dedicar tiempo para ti, para tus propias amistades, tus hobbies o actividades de interés propio, demuestra que estás cuidando a tu persona y que te preocupa no solo el bienestar o la felicidad común. Además te permite no olvidarte de ti y a su vez facilita el no vivir volcado en el otro, o los intereses de éste, de manera permanente.

Cuando alguno de los miembros no dispone de un mundo rico a nivel individual, tenderá a depender del otro, de sus amistades y sus circunstancias. Esto en un primer momento puede no tener consecuencias negativas, pero a largo plazo esa necesidad de ser partícipe del área del otro, pues carecemos de una propia, puede terminar generando una dependencia de carácter patológico.

Disponer de un espacio propio nos protege ante una eventual ruptura de pareja

Generar relaciones con ataduras, vivir la vida del otro más que la nuestra propia y alimentar los deseos e ilusiones del otro miembro olvidando los nuestros, podrá suponer un conflicto no solo a nivel de pareja sino también individual. En contra, el hecho de disponer de un mundo “independiente” del de nuestra pareja será en cualquier circunstancia de nuestra vida un factor que nos protegerá, especialmente ante una posible ruptura de la relación.

Nuestro sufrimiento o dolor será significativamente distinto así como el modo de afrontar las dificultades propias producto de la situación negativa que pueda conllevar cualquier finalización de la vida en común con una pareja. Cualquier ausencia marca un vacío inmenso en nuestras vidas, pero esta sensación se puede paliar significativamente si ante esa ausencia tenemos otras áreas donde refugiarnos y que nos llenen de manera satisfactoria. Disponer de una vida laboral, familiar, personal, social, etc. importante para la persona, desmontará la idea de que se ha perdido todo.

En definitiva, conseguir ese espacio propio nos permitirá mantener un equilibrio entre nuestras necesidades y las de la pareja, además de enriquecer aún más la relación entre los miembros, y por consiguiente ayuda a disminuir el nivel de exigencias hacia el otro.

Por todo lo expuesto en líneas anteriores, consideramos de vital importancia que cada persona al iniciar una relación de pareja no abandone aquello que a nivel individual anteriormente le hacía feliz y le permitía disfrutar de la vida, pues no solo es significativo el cuidar la pareja sino también lo es el cultivar las otras áreas de la vida de cada sujeto.