TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)

¿Qué siente una persona con trastorno obsesivo compulsivo?

 

«Continuamente tengo pensamientos en mi cabeza. A veces pienso que cuando pararán, pero nunca lo hacen. Tengo que realizar ciertos rituales para intentar quitármelos de la mente, pero pronto vuelven a surgir una y otra vez, y finalmente nunca puedo estar tranquilo. Estoy cansado, ya no sé qué hacer, necesito ayuda, pero creo que será imposible salir de esto, es realmente agotador.»

“Me echo champú siete veces, porque es mi número de la suerte”

“Cada vez que me confundo escribiendo cualquier cosa, debo romper ese papel y comenzar de nuevo”

“Tengo que ir siempre por el mismo camino”

“Vestirme es un ritual en el que debo seguir los mismos pasos, si me confundo, vuelvo a empezar”

“Realizo distintos rituales, porque pensaba que algo malo podía suceder a mis padres si no los hacía, y de solo pensarlo creía que se harían realidad”

“Cuando voy por la autopista pienso que he atropellado a alguien y me quedo mirando un rato por el retrovisor, incluso en ocasiones debo regresar para asegurarme”

“Cada vez que salgo del ascensor, regreso una vez dado unos pasos, para así asegurarme que no se cayó nada de mi maletín”

“Reviso una y otra vez puertas, ventanas…, para así conseguir cierta sensación de tranquilidad al entrar y salir de casa”

Lo anteriormente expuesto describe como un paciente con trastorno obsesivo compulsivo, de ahora en adelante TOC, siente y lo que verbaliza al llegar a consulta. Agotado, probablemente tras años conviviendo con sus obsesiones y rituales, ha llegado al punto de querer intentar ponerse en manos de un profesional, porque su vida invadida de pensamientos y rituales comienza a ser insoportable.

Tras una evaluación y análisis de la situación del paciente, sus obsesiones, sus rituales, su estado de ansiedad, su estado de ánimo, etc., el psicólogo debe aportarle una amplia información sobre qué es el trastorno obsesivo compulsivo, como se trata y las opciones existentes.

¿Qué es el trastorno obsesivo compulsivo?

 

En Psicoadapta tratamos varios tipos de trastornos de ansiedad, siendo este más común entre la población de lo que se piensa. Es muy difícil cuantificar la incidencia de este trastorno, ya que muchas personas pueden presentarlo de forma muy leve y no acudir a consulta, siendo generalmente los casos graves los que acuden al psicólogo.

La edad de inicio suele estar en torno a los 15-25 años, siendo extraña su aparición después de los 40 años. La prevalencia en hombres y mujeres suele ser similar. Las obsesiones en niños suelen ser frecuentes, pero tienen una remisión espontánea en la mayoría de los casos.

Su característica principal es la presencia de obsesiones y compulsiones que producen un grado de malestar alto en la vida de la persona, siendo frecuente la aparición de muchas interferencias entre quien lo padece y su día a día. Estos pensamientos no son deseados y la persona intenta resistirse a ellos, sin conseguirlo.

Aún no se sabe con certeza las causas de este trastorno, pero los estudios parecen indicar la importancia de los factores biológicos y  sociales.

Los síntomas más comunes del trastorno obsesivo compulsivo son:

• Pensamientos obsesivos: No son pensamientos como los que tenemos comúnmente, sino que son intrusivos, se repiten frecuentemente y persisten sin que parezca posible su control por nosotros mismos. La persona intenta evitarlos por todos los medios ya que reconoce que son exagerados y sin sentido, pero no consigue eliminarlos, generándose como consecuencia un estado de gran ansiedad.Las obsesiones más comunes y frecuentes,  suelen estar relacionadas con los siguientes temas:

          – Preocupación por la limpieza, por no contaminarse.
          – Obsesiones relacionadas con contraer algún tipo de enfermedad.
          – Miedo a causar daño a algún familiar, amigo o conocido.
          – Obsesión por acumular, ordenar, etc.
          – Obsesiones relacionadas con la apariencia física.
          – Miedo a cometer alguna conducta sexual inapropiada.

• Compulsiones: Cuando aparece la obsesión, la persona siente una urgente necesidad de hacer un acto motor o mental para defenderse de esa idea obsesiva. La finalidad es reducir a través de un ritual la ansiedad que se produce tras la aparición de ese pensamiento, de manera que este elimine la tensión o al menos la reduzca.

Aunque racionalmente y en estado tranquilo, el paciente reconoce la obsesión como no real y la compulsión como innecesaria,  el hecho de no realizar los actos anteriormente comentados le produce una ansiedad tal, que solo permanece  tranquilo tras la realización de su ritual.

En los casos de mayor gravedad, se reconoce que las obsesiones han convertido la vida de la persona en un autentico ritual.

 Existen distintos tipos de TOC:

• Ritualizadores mentales: Representan imágenes o pensamientos de forma repetitiva con el fin de reducir las ideas o las imágenes obsesivas.
• Obsesivos puros: Experimentan pensamientos negativos reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores.
• Sexuales: Consiste en pensamientos sexuales recurrentes, que incluyen sobre todo un temor exagerado a ser homosexual.
• Lavadores y limpiadores: Personas que les obsesiona la limpieza y la contaminación.
• Verificadores: Se dedican a verificar y controlar continuamente para que no ocurra algo horrible.
• Repetidores: Repiten algo con la intención de evitar el pensamiento obsesivo.
• Ordenadores: Necesitan mantener simetría y orden.
• Acumuladores: Coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse.

Tratamiento del TOC

 

El tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo suele alternar períodos de mejoría y empeoramiento. En ocasiones, es necesaria la colaboración por parte de los familiares o amigos más cercanos. Muchas veces ellos pueden ser partícipes de los rituales con el fin de evitarles el sufrimiento, hecho contraproducente para la terapia y la persona con TOC.

Es muy importante la definición lo más exacta posible de cada una de las obsesiones y  compulsiones del paciente. Así mismo, la realización de registros es de gran importancia por la información que nos aporta. De esta manera, se podrá ayudar con mayor exactitud al paciente generando respuestas y aportando herramientas que le ayuden a actuar ante cada una de ellas.

El tratamiento más efectivo para el TOC es la psicoterapia junto con la farmacología. No siempre se hace necesario el uso de la medicación, pero es frecuente que el uso de fármacos ayude al paciente a tener un mayor éxito en su terapia, sobre todo,  en los casos más graves. El uso de los antidepresivos inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS), se utilizan frecuentemente.

La técnica más utilizada en el TOC se denomina “prevención de respuesta”. Consiste en exponer y enfrentar al paciente deliberada o voluntariamente a lo que teme. Deberá conseguir evitar sus rituales con la ayuda de las herramientas que el psicólogo le aportará y enseñará para así conseguir prevenir su respuesta. Se considera una terapia muy exitosa.

El tratamiento del TOC puede ser prolongado en el tiempo por su característica de crónico, siendo  frecuente la necesidad de un tratamiento continuo. A pesar de ello, hay un gran porcentaje de pacientes que mejoran, con unas perspectivas buenas y alentadoras.

Es frecuente que cuando los pacientes narran la historia y orígenes de su problema aludan a que todo comenzó con un bajo número de obsesiones y pequeños rituales a los que no daban especial importancia. Sin embargo, con el paso del tiempo ambos iban aumentando sin poder hacer nada para detenerlos. Por todo ello, es importante que el paciente reconozca la necesidad de ayuda. En ocasiones,  el apoyo y consejo de familiares y amigos se hace necesario, en especial cuando observen que interfiere con la capacidad de llevar una vida normal o causando daño a la persona por sus limitaciones.

Finalmente, cuando el paciente pide ayuda, recibe una explicación  del  por qué de lo que le ocurre y  una posible vía de solución, y esto le tranquiliza. Aunque en la mayoría de los casos reconocen la dificultad que les va a suponer, el trabajo constante y continuo genera una gran motivación en el paciente porque incluso con los pequeños cambios consiguen grandes mejorías de su calidad de vida. Además, consiguen rebajar todos los pensamientos y sensaciones que anteriormente tenían relacionados con su estado, obteniendo una mayor comprensión de su TOC.