Después de años viviendo en pareja es natural que la ruptura sentimental conlleve cierto sentimiento de tristeza ya que al duelo natural de la pérdida de un ser querido (que, al fin y al cabo, no deja de ser una despedida de alguien a quién quisimos) se unen las consecuencias de la vida en pareja, especialmente cuando la relación no ha sido del todo sana. Estamos hablando, por supuesto, de la pérdida de redes sociales y de la ruptura paulatina con nosotros mismos, con nuestros gustos y aficiones.
Tras demasiado tiempo dejándonos llevar por la inercia de vivir en pareja, nos toca rearmar nuestro arsenal y volver a descubrir quiénes somos, que nos gusta y con quién queremos pasar nuestro tiempo. Es duro, sí. No te lo vamos a negar pero cuando aprendas a superar la soledad o, más bien, a disfrutar de todo lo que tiene para ofrecerte, puede que cambies de opinión con respecto a ella.
Cómo superar la soledad en unas pocas pinceladas
El fin de una relación de pareja suele tener tanta repercusión como empezarla ya que casi siempre se pierden redes sociales por el camino. Y es que aunque lo positivo sería que mantuviéramos nuestras redes sociales a pesar de mantener una relación, en muchos casos esto no se cumple. No pasa nada. Solo necesitas tiempo.
Llama a esos amigos con los que hace tiempo que no hablas: Hay pocas personas que te nieguen ayuda, especialmente cuando sienten que eres sincero/a. La vida solo consiste en una cosa, aprender de los errores. Tener una red relacional firme o, aunque sea, un par de personas con las que poder contar te liberará de esa sensación de soledad durante parte del día.
Empieza un nuevo proyecto: No tiene por qué ser algo muy grande. Solamente algo tuyo y de nadie más. Desde jugar a la videoconsola hasta pintar un cuadro son objetivos muy útiles. También ponerse en forma, aprender una nueva habilidad o tener una nueva afición, pueden hacer que la soledad pase de ser una carga a un derecho que toda persona debería tener.
Dedícate a estar aquí y ahora: La ansiedad anticipatoria nunca fue una buena aliada para las rupturas. A menudo, tendemos a creer que siempre estaremos solos. La realidad es que estas frases dicotómicas de “siempre” y “nunca” son una mentira comprobada que nos aleja de estar a gusto en nuestra piel. ¿Por qué no concentrarte en lo que estás haciendo? Desde las pequeñas tareas hasta las grandes se merecen que estés 100% en ellas.
Crea un ritual nocturno: Las noches son las peores cuando te divorcias y suele ser también cuando se dan las recaídas o las inoportunas llamadas que, prácticamente, rozan el acoso. Para evitarlas, crea una rutina que te aleje de los pensamientos negativos. ¿Qué te parece si te preparas una deliciosa cena y te pones a ver tu serie favorita? Después puedes dar un paseo nocturno y leer antes de dormir.
Despidiéndose del pasado: dejarás de sentir soledad cuando disfrutes de ella
La soledad ha sido ampliamente referida en la literatura a lo largo de toda la historia. Se la ha definido como verdugo de la felicidad y como un mal que hay que soportar en muchos casos pero, en otros se la ha llamado la clave del autoconocimiento y del bienestar. Estar solo es no tener que elegir que hacer o que comer, cómo vivir o cómo comportarse. La soledad nos muestra tal y como somos, sin represión y sin conveniencias. Es el mayor tesoro que tiene el ser humano a la hora de crear y, de hecho, los grandes hallazgos de la historia han sido fruto de la soledad tanto física como psicológica.
Estar solo es el don de quién se conoce, de quién ha afrontado la realidad de que, en el fondo, estamos solos (aunque, por supuesto, también nos guste estar con otros). Sucede algo curioso cuando se está solo y es que después de un tiempo decides salir al mundo y aprendes a compartir los momentos que tú quieres con los demás pero, ¡Eso si! Ya no eres capaz de perder el tiempo con cualquiera sino que tus energías están canalizadas hacia los que te importan, hacia la profundidad de los demás y de ti mismo.
La terapia de pareja también está indicada para ayudar y acompañar en este tipo de problemas.