Deseo sexual hiperactivo, incapacidad de la persona para limitar su conducta
El deseo sexual hiperactivo se produce tanto en el sexo femenino como en el masculino. Este deseo sobrepasa los límites esperados de tal manera que interfiere en las actividades cotidianas de la vida de la persona. Por ello, quien lo padece se ve incapaz de postergarlo y debe satisfacer la necesidad prácticamente en el momento en que surge. Además, a pesar de las posibles consecuencias o repercusiones negativas que puedan conllevar a nivel personal, social e incluso laboral, la persona no se siente capaz de limitar su conducta.
Las causas de este desorden pueden ser de distinto índole, tales como un desajuste hormonal, efecto secundario de algún medicamento, o en otros casos puede ser síntoma de un estado de ansiedad grave u otro tipo de trastorno encubierto.
Sea cual sea la causa de este deseo excesivo, lo que es evidente es que genera un gran desajuste en la vida de la persona e incluso en su relación de pareja, en el caso de que exista. A las consecuencias negativas generadas descritas en líneas anteriores se une el hecho de que la pareja del aquejado/a por esta patología, padece esta conducta hiperactiva y no puede llevar su ritmo, de tal manera que los conflictos en la pareja no solo van a ser evidentes en el área sexual sino que terminarán invadiendo otros aspectos de la relación. En un primer momento la pareja del afectado/a intentará satisfacer las necesidades del otro, pero es probable que en corto espacio de tiempo evalúe los encuentros sexuales como algo obligatorio que ya no desea realizar, al menos con tanta asiduidad, siendo este el comienzo de los conflictos.
¿Cuál es la medida del deseo sexual «excesivo»?
La persona con deseo sexual hiperactivo, bien sea hombre o mujer, está más preocupado/a por cubrir y saciar sus necesidades sexuales que por las de su compañero sexual o pareja. El hecho de que no exista una medida específica y objetiva, a partir de la cual se pueda diagnosticar que el deseo es excesivo o no, hace más complicado el reconocimiento de este problema.
Actualmente los psicólogos y psiquiatras establecen como criterios el queese deseo y esa necesidad compulsiva de saciarlo genere conflicto e incluso desarrolle complicaciones en la vida de la persona. Asimismo, un rasgo muy característico en este problema es la búsqueda de su satisfacción y no la del otro.
Como en la gran mayoría de los trastornos sexuales se debe realizar una evaluación exhaustiva donde se excluyan las causas de carácter orgánico. Descartadas las mismas, el tratamiento psicológico irá orientado a estudiar las distintas áreas de la vida de la persona para poder establecer las causas que mantienen esa conducta hipersexual, así como las razones que hacen que se mantengan en el tiempo.
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