Cuando se toma la dolorosa decisión de separar los caminos, los miembros de la pareja suelen posponer lo máximo posible una dura decisión; ¿Quién se va a quedar con la custodia del menor?
Es completamente natural que existan dudas y que sea un tema que no se quiera tratar pero es altamente recomendable tratar de tomar la decisión aunque sea dura.
Para ello es fundamental la existencia del psicólogo forense quién evaluará la situación y podrá determinar quién debe quedar con la custodia.
No obstante, lo más saludable para los niños en los casos en los que los progenitores no se han separado por causas de violencia o adicciones, es que compartan la custodia.
En todo caso, el peritaje es imprescindible cuando se producen situaciones de maltrato de cualquier tipo, abuso de menores y otra situación que ponga el riesgo la integridad física o psicológica del menor. Del mismo modo, resulta imprescindible en los casos de presión por parte de uno de los progenitores. El procedimiento debe seguirse para que el menor cuente con la protección que requiere.
En qué consiste la evaluación de la custodia del menor por un psicólogo forense
Las pruebas periciales varían en el caso en que se trate de un procedimiento civil o penal.
Por ejemplo, un procedimiento civil puede ser aquel en el que uno de los progenitores exija una prueba pericial psicológica porque no puede ver al menor sin que existan razones aparentes para hacerlo (salvo la negación hipotética por parte del menor). Esto suele suceder en el caso de los progenitores que tienen una mala relación personal e interponen sus intereses por delante de los del menor.
La pruebas penales forman parte de los artículos 456 a 485 y están recogidas en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En estos casos se refiere a maltrato verbal y/o físico, abusos físicos o psicológicos y ausencia de alimento y manutención.
El psicólogo forense debe realizar el informe psicológico correspondiente y defender dicho informe ante el tribunal competente.
La especial naturaleza del peritaje psicológico forense en menores
Las características varían de un caso a otro pero en el caso de la custodia del menor se deben seguir los siguientes pasos:
- Información previa: Se debe tener en cuenta todo acerca de las partes implicadas, el propio menor, informes clínicos (si aplica), atestado judicial, procedimiento de los letrados y abreviado y la información que puedan aportar otros familiares.
- Planificación y formulación de la hipótesis: En este punto se debe tratar cada caso concreto ya que, como hemos manifestado anteriormente, no es lo mismo un procedimiento civil que uno penal.
- Aplicación de la recopilación de pruebas.
- Valoración de resultados.
- Informe forense.
- Ratificación.
La evaluación de la guardia y custodia del menor
El fin último de un peritaje psicológico siempre es buscar lo mejor para el menor por lo que el experto es el encargado de dilucidar quién de los dos progenitores debe tener la custodia. En psicología forense, por defecto, se aplica la ley de que ambos progenitores son idóneos de la misma manera para la crianza. De ahí en adelante se aprueban las pruebas convenientes.
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Autora: Alex Bayorti (colaboradora de nuestro Blog)
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