Cuando nos sentimos mal, ya sea psicológicamente o físicamente, todos queremos que nos atienda un buen especialista. Deseamos que esté bien formado, con altos conocimientos, que demuestre humanidad y empatía con nuestro problema, pero sobre todo que averigüe que nos ocurre y como tratarlo con éxito. Evidentemente, no queremos que emitan un diagnóstico equivocado.
Pero, ¿qué es ser un buen especialista, y en nuestro caso, cómo ser un buen psicólogo?
Algunos creen que un buen expediente académico implica mayor capacidad profesional y mejores garantías de éxito. Otros sin embargo piensan que la experiencia te hace ser mejor profesional, pero la realidad es bastante distinta.
Sabemos que un buen análisis, una técnica correcta y una terapia o tratamiento altamente eficaz no siempre nos da un resultado exitoso. Las habilidades del psicólogo no se pueden reducir solo a esto. Debemos poseer unas habilidades añadidas además de las anteriormente mencionadas.
¿Cuáles son esas habilidades que todo psicólogo experto debería dominar?
- Saber detectar el motivo real de consulta del paciente, es decir, conseguir detectar y definir el problema. En caso de que consideremos necesario derivarlo a otro profesional, se le aportará la información y los medios necesarios al sujeto que le faciliten situación.
- Saber generar preguntas que ayuden a la obtención de información importante del caso. En caso necesario, si el paciente se pierde con temas irrelevantes, saber encauzarlo con elegancia para que tengamos el control de la sesión, consiguiendo así una sesión más eficaz.
- Debemos saber establecer una buena relación de empatía con el paciente desde el primer momento. Captar su sufrimiento o dolor y saber manejarlo.
- Capacidad de organización del tiempo durante la sesión y de la frecuencia de estas. Así mismo, tras la finalización del tratamiento, saber establecer las sesiones de seguimiento del mismo.
- Adaptarse al nivel cultural del paciente, facilitando y simplificando el lenguaje, si fuera necesario, con el fin de que el paciente comprenda y entienda las explicaciones que el psicólogo le aporta.
- Revisar las tareas pactadas con el paciente, trabajar sobre ellas y ayudarle a resolver posibles dudas.
- Saber transmitir profesionalidad y seguridad al paciente, transmitiéndole confianza, respeto y cordialidad.
- El psicólogo debe saber manejar sus propias emociones, y saber mantener la distancia terapéutica necesaria.
- Valorar y determinar los objetivos del paciente. Marcar metas realistas, valorando las posibles dificultades. Así mismo debemos motivar al paciente para la obtención de resultados.
- Encontrar los reforzadores adecuados para aumentar la motivación del paciente, su confianza y sus habilidades.
- Detectar si se necesita la colaboración de familiares o amigos. En ocasiones es necesario para determinados tipos de trastornos o dificultades del sujeto la colaboración de éstos para su mejoría.
- No juzgar las creencias, opiniones, pensamientos o ideas del sujeto.
- Realizar evaluaciones del éxito o fracaso de cada una de las técnicas o herramientas utilizadas por el psicólogo.
Es importante que el psicólogo se recicle continuamente, con lecturas o cursos que le aporten datos de nuevas investigaciones, terapias más eficaces,…, que le mantengan actualizado. En Psicoadapta, nuestro equipo de psicologos Madrid, al igual que la mayoría de los profesionales de la psicología, se preocupa constantemente de “estar al día”, no solo respecto a nuevos conocimientos y técnicas, sino también cómo aplicarlos adecuadamente en las diferentes situaciones de cada terapia, de cada paciente.