Las personas somos seres sociales que estamos en continua interacción con nuestros iguales. Las relaciones sociales que establecemos forman una parte esencial de nuestra vida. La pertenencia a un grupo supone una motivación humana básica que nos permite mantener estas relaciones personales de forma continuada y positiva, siendo la búsqueda de encuentros agradables, una necesidad.
Continuamente estamos buscando apoyo en los otros. Nos relacionamos, nos contamos como nos va la vida, el trabajo, los hijos, etc. Para las personas no es tan importante cuan amplia es su red social, sino la calidad de este apoyo.
Cuando tenemos problemas buscamos entre nuestros familiares y amigos ayuda. El oyente de los problemas de los otros generalmente hace una escucha activa y tras esta, suele dar su punto de vista, sus consejos u opiniones, generalmente condicionados por su propia experiencia, por hechos similares que le hayan ocurrido o incluso por casos cercanos que conozcan.
Es curioso como en ocasiones sentimos que los consejos de los otros no nos son útiles, e incluso, determinadas opiniones pueden llegar a dañarnos o molestarnos.
Aunque no sea nuestra intención, muy frecuentemente aconsejamos a los otros o damos lo que nosotros consideramos apoyo consiguiendo el efecto contrario al deseado. Lo que para nosotros es o fue útil no tiene por qué serlo para el otro. Además, es frecuente que el análisis que se hace de la situación cuando uno no es el protagonista difiera bastante del que si lo es.
En esta serie de artículos para nuestro blog te propondremos consejos para Parejas, Amigos, Padres e Hijos , Miedos y Fobias,…
A continuación expondremos unos ejemplos con los que quizás te sientas identificado.
PAREJAS – OPINIONES EQUIVOCADAS, RESPUESTAS ACERTADAS
Tras un día de trabajo, regresas a casa y le cuentas a tu pareja que estás preocupada por un posible recorte de personal en tu empresa. Tras escucharte, él te dice:
– no te preocupes que seguro que al final no pasa nada, seguro que a ti no te despiden.
Pronto te das cuenta que esas palabras no te tranquilizan en absoluto, es como si él le hubiese quitado importancia al problema y negado la posibilidad de ocurrencia.
El apoyo que generalmente suele ayudar ante este tipo de situaciones podría venir dado de la transmisión de seguridad y tranquilidad ante esa posibilidad de despedido, pero no la de ignorarla o negarla.
CONSEJO PSICOADAPTA PARA AYUDAR A TU PAREJA EN ESTOS CASOS
Ejemplos como los que exponemos a continuación podrían ser más útiles:
– No te preocupes, si llegase a ocurrir esto contamos con mi sueldo
– Tienes recursos para encontrar algo nuevo, así que vamos a adelantarnos y empezar a buscar otro trabajo
– Intenta estar tranquila, aún no sabemos qué puede ocurrir pero buscaremos soluciones llegado el momento
AMISTAD – OPINIONES EQUIVOCADAS, RESPUESTAS ACERTADAS
Te acaba de dejar tu pareja con la que has compartido seis años de tu vida. Te encuentras triste y cabizbaja. Te reúnes con tus amigas para comentarles lo sucedido y desahogarte.
Tus amigas que te ven derrumbada te dicen:
– No te merecía, mejor que haya sucedido ahora que más tarde
– No te preocupes, el fin de semana lo vamos a pasar genial y empezarás a conocer gente nueva
– No llores ni estés así por él, no merece la pena
– Eres una chica estupenda, pronto encontrarás a alguien que te quiera de verdad
Resulta que cada vez te encuentras mas incomoda e incomprendida porque nada de lo que te están diciendo te hace estar más serena o sentirte algo mejor. Te acaba de dejar tu pareja, sigues enamorada ella y para ti era la persona con la que querías seguir una relación.
Probablemente el “hablar mal de él” o el decirte que no te merecía no te tranquilice en absoluto puesto que tú no estás de acuerdo, o simplemente en ese momento no estés valorando lo bueno o malo que era.
Además es posible que lo último en lo que estés pensando es en salir de fiesta y menos conocer a alguien pues aún sigues sufriendo por tu ex.
CONSEJO PSICOADAPTA PARA AYUDAR A TUS AMIGOS EN ESTOS CASOS
En estos casos las amigas deben demostrar su apoyo ante su dolor. No siempre son necesarias palabras pues hay sufrimientos que solo el tiempo van haciendo que duelan menos. Además hay ocasiones donde intentar decir algo que palie el dolor de una perdida se hace bastante difícil. Prestar el hombro para que llore, intentar tranquilizarla, hacer más actividades para que no se sienta sola y permitirle desahogarse, pueden ayudarla a iniciar el proceso de superación de esa pérdida.
Son muchos los ejemplos que podríamos exponer sobre situaciones similares donde nuestro apoyo finalmente no consigue su objetivo.
Todas las personas hemos vivido ambas caras de la moneda, a veces dudamos de si lo que decimos o hacemos es útil o no, y en el lado contrario a veces sentimos que nada de lo que dicen o hacen por nosotros nos vale.
Cuando alguien necesita de nuestra ayuda, no son tan importantes las situaciones vividas por nosotros mismos, sino lo que la persona que nos trasmite su problema necesita en ese momento. Es decir, debemos preguntarnos qué es lo que nos está demandando: desahogo, apoyo, diversión, etc. Debemos ser empáticos con la persona que nos solicita ayuda, escucharle e intentar aportarle lo mejor de nosotros intentando tranquilizar su dolor. Ponernos en su lugar, comprender su angustia y su pena puede ser la mejor manera de saber cómo llegar al otro.
¿Quién no se ha visto alguna vez en alguna de estas situaciones y, por desgracia,
no ha conseguido la ayuda que pretende ofrecer?