Como buena respuesta adaptativa que es, la ansiedad es una respuesta de nuestro organismo ante una amenaza con la que tenemos que lidiar. ¿El inconveniente? En la actualidad la ansiedad se ha convertido en una patología común que impide llevar una vida a millones de personas.
Desde las personas con agorafobia hasta quienes tienen ansiedad generalizada viven un auténtico calvario personal que es muy difícil de entender por quienes no padecen estos trastornos.
Lo que no conocerá la mayoría es que cuando se tiene un hijo, estos niveles de ansiedad se disparan enormemente y que pueden llevar a la mujer a encontrarse padeciendo de un trastorno del que no quieren pedir ayuda por miedo a que las tachen de egoístas.
Estos son los síntomas inequívocos de que padeces ansiedad postparto.
Síntomas de que tienes ansiedad postparto
Rara vez se habla de la maternidad desde el punto de vista de la madre o, más bien, desde la perspectiva de su psique. Si durante el embarazo todo son cuidados y atenciones hasta el punto de la infantilización de la embarazada, cuando tiene el hijo éste se convierte en el centro de todo, no sólo para ella sino para quienes la rodean.
Por eso resulta tan difícil para las madres reconocer que están sufriendo ansiedad postparto. Su principal pensamiento es; “¿Por qué estoy mal? He tenido un hijo. Debería sentirme feliz”.
La culpabilización es el siguiente paso para entrar en un bucle de ansiedad que puede durar años hasta su detección y tratamiento. De hecho, son muchas las madres que han pasado por estos trastornos sin ser conscientes de ello.
Simplemente cambian de carácter y, de repente, están irritables, son incluso agresivas con sus parejas, sienten fatiga constante y culpabilización.
Cómo afrontar la ansiedad postparto
Ante estas situaciones nos encontramos cara a cara con la imposibilidad por parte de la madre de acudir a una consulta psicológica ya que lo que piensan es que no deberían porque son madres o que su hijo necesita todas las atenciones.
Lo que no saben es que prolongar estas situaciones puede perjudicar al niño ya que los más pequeños son conscientes de cuando sienten ansiedad sus padres, de cuando están incómodos o inseguros.
Esto sin contar el sufrimiento de la propia madre que está viviendo un trastorno de ansiedad en solitario y que, en muchos casos, se confunde con un cambio debido a que se ha convertido en madre. Ante esto, la terapia psicológica puede ser la solución.
Autora: Álex Bayorti (colaboradora de nuestro blog)