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ME ENFADO Y SIENTO IRA Y AGRESIVIDAD POR LO QUE HACEN O DEJAN DE HACER LOS DEMÁS

modelo ira y agresividad

Modelo de la Ira y Agresividad

Son muchas las personas que en ocasiones sienten que actúan de forma intensa y desmedida (ira, agresividad) ante los actos, pensamientos o ideas de los otros; especialmente en algunos casos, si van en contra de sus creencias, o en otros, porque no reaccionan de la manera que nosotros esperamos que lo hicieran.

enfado, ira y agresividadMuchos justifican este proceder diciendo que no tienen paciencia y se desesperan ante las situaciones que ellos perciben como ilógicas, innecesarias o indeseables.

El problema frecuentemente no es una cuestión de tener paciencia o ser más tranquilo que otros, sino de las expectativas que generamos sobre los demás, y que al no coincidir estas con sus reacciones, somos incapaces de gestionar esa información contradictoria.

Pronto comienzas a crear relaciones negativas con los demás, pues las ideas o expectativas generadas por ti no siempre se cumplen y frecuentemente se les termina exigiendo aquello que nosotros deseamos.

El tema es que la interpretación que cada uno damos a los actos o pensamientos ajenos es única y no tiene por qué coincidir con la percepción del otro, y es eso lo que nos cuesta entender y gestionar, pudiendo así llegar a reaccionar con ira o agresividad.

Finalmente, estas relaciones frecuentemente se convierten en aquellas en las cuales los demás pueden llegar a sentir miedo, temor e incluso sentirse intimidados y coartados por el otro, por no saber qué es exactamente lo que se espera de su persona, temiendo que su proceder le genere conductas agresivas o de ira.

Así mismo la persona que no logra controlar su carácter termina desbordándose y actuando de forma negativa, sufriendo frustración por el mal manejo de sus emociones.

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¿Qué puedo hacer para actuar de manera distinta, sin agresividad?

En primer lugar debes saber que no son las personas o las situaciones las que te generan malestar y te hacen actuar de forma negativa, sino que son las interpretaciones que tú haces sobre sus situaciones o actos las que terminan por activar tu ira.

Para ello deberás conocer que en ocasiones es frecuente que realices o juzgues situaciones de manera incorrecta, en las que quizás percibas intencionalidad en los actos ajenos, injusticia o generes una percepción de descontrol de la situación. Por todo ello es bastante probable que consideres que careces de recursos para solventar la situación de manera tranquila y termines actuando de forma agresiva como en ocasiones pasadas.

Analizar cuáles son las situaciones más proclives a que desencadenes esas conductas agresivas, te ayudará a estar en alerta y saber que es en éstas donde deberás hacer un esfuerzo especial para que así puedas gestionar, controlar y parar antes de que se desencadene totalmente la secuencia agresiva.

actuar con agresividadSi sientes que te vas a enfadar y actuar erróneamente, deberás retirarte de esa situación e intentar tranquilizarte con técnicas como la respiración o la relajación. Así mismo deberás gestionarla generando pensamientos alternativos al que ha activado tu ira, que te ayuden a calmarte y ver la situación desde otra perspectiva. Intentar adivinar cuáles son los motivos por los que has generado ese sentimiento, te ayudará a crear otras opciones de pensamientos más adaptativas que te ayuden a reinterpretar la situación de una manera menos negativa.

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Desarrolla tu empatía, es decir, desarrolla la capacidad de comprensión hacia los demás. No pienses que siempre van a herirte, traicionarte o a llevarte la contraria. Piensa por qué pueden estar actuando o pensando de una forma distinta a la tuya, y si realmente existe una mala intención o ganas de dañarte.

Si en ese instante no eres capaz de gestionar tu malestar y de interpretar la situación de otra manera, es preferible que pospongas el enfrentarte a la misma hasta que consigas hacerlo de una forma tranquila y serena.

La finalidad de todo lo anteriormente expuesto no es que no comuniques tu malestar o tu frustración a los otros, sino que aprendas a que si algo te molesta, daña o hiere deberás expresarlo de una forma sana, correcta y no invasiva e hiriente.

Las consecuencias a corto y a largo plazo de utilizar este tipo de conductas hacia los demás y hacia ti mismo son muchas, y en ocasiones graves. Es por ello, que deberás intentar corregirlas cuanto antes pues si no, pronto verás las repercusiones negativas que se pueden desarrollar en tu vida. También es importante saber que, en la gran mayoría de los casos, esta agresividad se manifiesta sobre todo hacia los seres más cercanos y con los que mayor intimidad poseemos.

Si no consigues gestionar tu ira, te aconsejamos que pidas ayuda profesional de tal manera que puedas conocer las razones de tu manera de actuar y donde está la raíz del problema, pero sobre todo para recibir un entrenamiento y aprender nuevas estrategias y herramientas que te habiliten para afrontar correctamente este tipo de situaciones.


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