Son numerosos los padres que se preocupan por no saber actuar ante los miedos que manifiestan sus hijos/as a lo largo de su vida. Su temor, sufrimiento y malestar les genera una gran frustración, pues no les gusta que algo que desconocen les esté dañando.
El miedo es una emoción con un importantísimo valor adaptativo para las personas. Nos ayuda a prevenir posibles peligros y a prepararnos para situaciones conflictivas o difíciles. Además, los miedos son evolutivos y van cambiando, pasando por distintas etapas.
El peligro de los miedos en los niños/as no radica en que lo padezcan, pues es algo natural, normal y universal. El problema real surge cuando los miedos no se van superando con el paso de la edad y aparecen otros que se unen a los anteriores. Si esa evolución o superación de los mismos no se produce, y se enquistan, es muy probable que repercuta negativamente en el desarrollo del menor. Cuando un miedo es irracional, es decir, se exageran las consecuencias negativas del mismo o no responde a un estímulo real, el sufrimiento del niño/a puede llegar a ser muy grande.
Son distintas las causas o los motivos por lo que los miedos pueden llegar a no superarse. Expongamos algunos ejemplos: Padres con miedos que transmiten a sus hijos/as, falta de información sobre algún aspecto que los padres ocultan y ante la incertidumbre se genera temor en él/ella, imitación de alguna conducta miedosa de algún familiar o amigo, por experiencias negativas previas, por sobreprotección, por aportar información negativa sobre alguna conducta o situación, etc.
Miedos evolutivos más comunes en los niños
A continuación exponemos una tabla que puede ayudar a entender cuáles son los miedos evolutivos más comunes según la edad de los niños/as.
CUADRO RESUMEN MIEDOS EVOLUTIVOS
0-2 años | Ruidos fuertes Extraños Sitios altos Ansiedad de separación _________________________________________________________________ |
2-6 años | Fantasmas Monstruos Animales Oscuridad Disfraces Colegio _________________________________________________________________ |
6-8 años | Desaparecen miedos imaginarios o del mundo fantástico, mayor realismo Accidentes Fenómenos meteorológicos Médicos: sangre Daño físico _________________________________________________________________ |
8-11 años | A la muerte Al abandono Al fracaso A las relaciones sociales A las críticas A la separación o al divorcio A la propia imagen Al rendimiento académico _________________________________________________________________ |
Adolescencia | Miedo al rechazo y al fracaso Reconocimiento por parte de los otros Se incrementan los de las relaciones interpersonales _________________________________________________________________ |
¿Cómo ayudo a mi hijo/a para superar sus miedos?
– En primer lugar debemos respetar y aceptar su miedo, por ridículo, incoherente o poco razonable que nos parezca. Quitarle importancia o minimizar el valor que para él/ella tiene, nos alejará de ellos.
– No criticarle, castigarle o ridiculizarle por su miedo.
– Ayudarle a que describa su miedo, descubrir que hay realmente tras este y que es lo que teme. Permitir que se desahogue y hacerle ver que le escuchamos y que nos preocupamos por su estado.
– No lanzarle o exponerle directamente a su mayor temor. Es recomendable acompañarle en un inicio hasta que se sienta más seguro para afrontarlo solo/a. Para ello, si el temor es grande, podemos dividirlo, o realizar una jerarquía con situaciones relacionadas que sean menos aversivas para él/ella para que poco a poco vaya ganando confianza, hasta que finalmente se consiga motivarle para enfrentarse a su gran temor. La progresión y el acercamiento paulatino a su miedo es más recomendable que la exposición directa y total.
– Refuérzale positivamente por cada pequeño acercamiento que haga hacia la superación de su miedo.
– Enséñale como tú, u otros, te expones a lo que él/ella teme y que observe como realmente lo que teme no llega a suceder. No le obligues posteriormente a exponerse él, simplemente con que lo observe ya es un gran paso. Este método será más eficaz aún si la conducta es modelada por un niño/a de su misma edad.
A modo de conclusión, saber que no debemos evitar que nuestros hijos/as sientan miedo, pues como dijimos en líneas anteriores, sentir miedo no solo es normal, sino necesario para la prevención y preparación de muchas situaciones. Pero si observamos que a pesar de que el tiempo transcurre nuestro hijo/a no es capaz de superar sus miedos, debemos plantearnos el acudir a un psicólogo infantil que pueda hacer una correcta evaluación, pues en ocasiones un miedo excesivo no resuelto puede terminar generando algún tipo de fobia o ansiedad.
Desde la terapia cognitivo conductual se ofrece a los padres apoyo y orientación sobre cómo deben abordar y actuar ante el problema, así como un tratamiento para el menor empleando distintas técnicas que le permitirán superar su miedo.