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EL SÍNDROME DEL EMPERADOR O EL NIÑO TIRANO

sindrome del emperador violencia infantil o adolescente

El niño tirano, menores que maltratan a sus padres

violencia hacia los padresSe catalogan con este síndrome a los niños que llevan a cabo un maltrato hacia sus padres de forma frecuente y continuada. Cada vez son más los jóvenes o adolescentes que se comportan con sus padres o familiares más cercanos de una forma extrema, adoptando conductas límites hacia ellos.

Este tipo de actos puede conllevar una violencia psicológica así como física, que es difícil de gestionar por los adultos, pues temen por sus vidas o la estabilidad y tranquilidad familiar. Además presentan conductas desafiantes con la intención de provocar a los padres y con la única finalidad de imponer sus normas o reglas, violando así continuamente los límites establecidos por estos.

También pueden mostrar comportamientos tales como ausentarse del colegio o presentar problemas a la hora de obedecer al profesorado, así como a cualquier otra figura de autoridad. Además, en algunos casos, se produce consumo de sustancias o se llevan a cabo pequeños actos delictivos.

La personalidad de estos niños presenta poca tolerancia a la frustración que demuestran a través de sus conductas agresivas. La baja empatía que muestran hacia el prójimo les hace tener una actitud completamente egocéntrica donde lo único que les importa es salirse con la suya y hacer aquello que realmente desean o necesitan, independientemente de las consecuencias que se produzcan. Son jóvenes incapaces de sentirse responsables de sus actos, acusando continuamente a los demás de sus hechos y, por supuesto, es poco frecuente que sientan arrepentimiento.

  QUÉ ES LA ACEPTACIÓN EN PSICOLOGÍA

Violencia de los hijos, la denuncia como «último recurso»

Las cifras de los casos existentes son difíciles de calcular pues son muchos los padres que no se atreven a denunciar o a pedir ayuda profesional por miedo, culpa, vergüenza o simplemente desconocimiento del tema. Se sabe que suele ser más frecuentes en aquellos jóvenes provenientes de familias monoparentales y especialmente la violencia se genera con gran dureza sobre las madres. A pesar de todo ello, es una realidad que son cada vez más las demandas que hacen los padres o familiares con respecto a este problema así como la búsqueda de medidas legales para protegerse, aunque suele ser el último recurso a usar por la dureza que supone una denuncia y la «pérdida» de un hijo.

Muchos padres ante los comportamientos negativos de sus hijos han probado todo tipo de medios, tales como los castigos o charlas, que suelen ser insuficientes porque no se consiguen cambios en la conducta y no aprenden de sus errores. En la gran mayoría de los casos los hijos no parecen entender las explicaciones aportadas por sus padres a sus actos violentos o conductas desafiantes, no sintiéndose culpables y por ende, no modificando su proceder.

Causas del comportamiento violento de un niño o adolescente

sindrome del emperadorEn referencia a las causas que pueden dar explicación a que un niño termine comportándose de esta manera, no existe una única que lo justifique. La baja autoridad, el exceso de permisividad, la ausencia de la figura materna y paterna, la falta de recursos para educar en valores como el amor, la comprensión, la empatía, la asertividad, el manejo de las emociones, etc., la sobreprotección, la falta de límites, la educación por parte de otros como el colegio o cuidadores carentes de recursos para establecer la conducta adecuada o aplicar las consecuencias pertinentes a sus actos así como el déficit que muchos jóvenes pueden presentar para autocontrolarse o esforzarse, son solo algunas de las razones que pueden hacer desarrollar al menor este tipo de comportamientos.

  QUÉ ES EL TRASTORNO DISMÓRFICO CORPORAL

A modo de conclusión, decir que es muy difícil el abordaje de este tipo de comportamientos por los padres, pues se encuentran en la gran mayoría de los casos desbordados y sin saber cuál es la mejor manera de actuar. Por todo ello, se recomienda pedir ayuda psicológica lo antes posible al inicio de conductas similares a las descritas anteriormente, con el fin de poder pautar un tratamiento que ayude a la disminución de las mismas así como su futura eliminación.

Generar conciencia en los menores sobre lo que sucede, así como ser firmes en los límites, no tolerando y actuando en consecuencia ante los actos violentos y aportando otros recursos o modos de actuar más favorables, será solo el inicio del cambio.


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