TEST TRASTORNO DEL DESEO SEXUAL

Bajo deseo sexual

La ausencia persistente de fantasías o pensamientos relacionados con el sexo, así como el bajo deseo a practicarlo puede estar vislumbrando un posible trastorno del deseo sexual. En este caso no nos vamos a referir a la pérdida momentánea del deseo, sino aquella que persiste en el tiempo y en la cual el deseo es prácticamente inexistente.

A continuación te presentamos una serie de preguntas donde podrás comprobar si existen indicios para poder pensar que tienes algún tipo de problema que pudiera estar relacionado con el bajo deseo sexual.

Test indicativo de posible trastorno del deseo sexual

Deberás contestar a estas preguntas con un SÍ o un NO y sumar tus respuestas. Si respondes a cuatro o más preguntas con un SÍ, tendrás motivos por los cuáles pensar en la posibilidad de estar sufriendo este tipo de trastorno.

1. ¿Evitas mantener conversaciones con tu pareja sobre sexo para así no sacar un tema donde sabes que puede existir conflicto?

2. ¿Sientes en ocasiones rechazo hacia el acto sexual o hacia cualquier otra conducta relacionada con el sexo?

3. ¿Sientes que no tienes apenas apetito sexual?

4. ¿Consideras que objetivamente para tu edad y situación mantienes pocas relaciones sexuales?

5. ¿Tienes problemas con tu pareja por tener bajo deseo sexual?

6. ¿Te excusas por motivos como el trabajo, cansancio, las responsabilidades familiares u otros motivos para justificar tu bajo deseo sexual?

7. ¿Te masturbas en pocas o nulas ocasiones?

8. ¿Te sientes incómodo/a cuando los demás hablan de sexo y compruebas que tu deseo es inferior al del resto?

9. Cuando piensas en el sexo, ¿lo percibes más como una obligación que como algo que deseas?

10. ¿Evitas determinadas situaciones o momentos para así no tener que practicar sexo?

Debes saber que los resultados de este test son orientativos y en ningún caso justifican la existencia del trastorno. En caso de que tus respuestas indiquen la posibilidad de existencia de un problema de deseo sexual, te recomendamos que acudas a un profesional de la psicología o psiquiatría para que realice una exhaustiva evaluación de tu caso y, si tras ella se confirma la existencia de un trastorno del deseo sexual, realizar una terapia sexual.