A estas alturas, nadie debería creerse que cuando dos personas deciden estar juntas; “son felices y comen perdices”. Las relaciones de pareja cuestan, llevan tiempo y consisten en compartir una parte de tu vida con otro por lo que las cosas no siempre salen como quieres. Es una especie de democracia entre dos seres humanos que deciden estar juntos libremente pero que no obtienen 100% lo que quieren aunque respetan sus diferencias y coexisten en armonía. El problema (al igual que sucede en el ámbito social) es cuando se trata de llevar esta bonita idea a la práctica, más aún si tenemos en cuenta la cantidad de mitos que rodean a las relaciones de pareja y acerca de como debe ser (o no) una vida conyugal perfecta. Empieza por derribar estas ideas irracionales acerca de la felicidad en pareja para que realmente podáis vivir una realidad que no tiene nada que envidiar al cuento.
Los miembros de la pareja deben ser también los mejores amigos
Aunque puede darse el caso de que de una amistad se pase a algo más, las decisiones que dos personas toman en una amistad no influyen en el otro mientras que en una relación de pareja sí que sucede. No es lo mismo tener un amigo que no quiere tener hijos o que tiene una ideología completamente opuesta a la tuya que tener que convivir día tras día con esa persona y tomar decisiones desde perspectivas opuestas.
En una pareja se debe compartir todo
Es otra de las falacias heredadas del amor romántico. Si bien es cierto que en una pareja pesa mucho el hecho de que se tengan actividades y pasiones compartidas, los valores conjuntos también son muy importantes. Desde luego queda descartado que los miembros de una pareja hagan todo juntos.
Las parejas que pasan muchos años de novios, se separan al casarse
Hay mitos que son provocados por el amor romántico y hay otros que son simples sesgos cognitivos que hemos interiorizado. ¿Quién no conoce el caso de la pareja que han vivido desde los 15 años juntos y que, de repente, se casan y se divorcian? La realidad es que no tiene que ver con el hecho de casarse. Más bien puede que al dar este paso, descubran que ya no existe nada en la pareja o que se buscan destinos diferentes. Es natural, especialmente si se empieza una relación desde muy joven, que un gran cambio como es el matrimonio implique que ambos miembros se pregunten si merece la pena.
…y verdades a tener en cuenta en tu relación de pareja
Aunque no hay nada seguro, cada vez hay más investigaciones acerca de las maneras de predecir si una relación de pareja va a fructificar o no.
La confianza: Es el clásico por antonomasia. Si en una pareja no hay confianza en el otro, no hay relación a largo plazo que lo resista. A este respecto, la comunicación es la llave para encontrar a la persona ideal. La capacidad de atajar los momentos de desconfianza supone la manera de que las parejas puedan tener éxito a largo plazo.
Son ellos mismos cuando están en pareja: Las personas que muestran otra cara cuando están lejos de su pareja son, a menudo, quienes no seguirán con ella mucho tiempo.
Intimidad en pareja sin aburrimiento: Definida en base a cuatro variables que son la intimidad física, la intimidad emocional, la intimidad intelectual y las actividades compartidas.
Comunicación (de la buena): Comunicarse no es solo mantener largas conversaciones acerca de lo humano y lo divino. Es, más bien, tener una higiene comunicativa que evite reprochar y guardar rencor al otro. Esto puede llevar al fin de la relación.
Elementos externos: Cuando todo va bien, querer es muy fácil pero, ¿Y cuándo algo se tuerce? ¿O cuándo se da una crisis externa que afecta a uno o ambos miembros de la pareja? La resistencia a las adversidades como un equipo es lo que diferencia a las parejas que duran de las que no. El apoyo mutuo es fundamental en estos casos.
Autora: Alex Bayorti (colaboradora de nuestro Blog)
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