¿QUÉ ES LA TRICOTILOMANÍA?

Tricotilomanía, arrancarse el pelo de forma compulsiva

La tricotilomanía es un trastorno del control de los impulsos, en el que las personas que lo padecen no pueden evitar el acto de arrancarse el pelo de forma compulsiva. Suele ser muy frecuente arrancar el pelo de la cabeza, pero es frecuente también arrancarlo de otras partes del cuerpo como las cejas, pestañas, pubis, etc. Una de las consecuencias de este acto es que terminan por dejar la zona despoblada, con parches o calvicies en el cuero cabelludo.

En muchos casos la persona presenta una sensación de tensión antes de arrancarse el cabello, o también puede sufrir ansiedad si se resiste a realizar el acto de tirar. Durante la realización de la conducta, y posteriormente a la misma, se genera un sentimiento agradable, de placer, alivio y liberación de la tensión.

Muchas de las personas que sufren la tricotilomanía llevan a cabo la gestión de sus emociones negativas mediante el acto de arrancarse el pelo. El estrés, el cansancio, las preocupaciones o la ansiedad son emociones que se ven disminuidas tras esta conducta.

En ocasiones podemos observar en los niños muy pequeños alguna conducta similar, pero por lo general suelen desaparecer. Los casos más graves suelen coincidir con aquellos que comienzan en la época adolescente, pues en un gran porcentaje necesitarán ayuda para la disminución o eliminación de la conducta compulsiva.

Las causas de este trastorno no están claras, aunque algunos autores se inclinan por considerar la importancia que tiene el estrés psicosocial. Lo que sí conocemos es que afecta más a mujeres que a hombres.

A veces la persona lleva a cabo la conducta de forma inconsciente, pero en otros casos sí que es consciente del hecho. Se juega con el cabello antes y después de arrancarlo, en algunos casos incluso lo mastican y se lo comen (tricofagia), pudiendo tener este último caso consecuencias muy negativas para la salud.

En la gran mayoría de los casos, el disimulo de las calvicies se hace necesario, pues para ellos lo primordial es que nadie sepa su “secreto”. Por ello, determinados peinados que oculten los parches o incluso en los casos más graves, donde la calvicie generada no se puede ocultar, les lleva a muchos incluso a usar pelucas.

Así mismo la mayor parte terminan teniendo problemas dermatológicos serios pues en la piel se pueden producir infecciones e incluso abrasiones. Como es de suponer estos pacientes terminan teniendo una imagen pobre de sí mismos, con problemas depresivos o de ansiedad.

Generalmente esta conducta la realizan a solas y/o en presencia de personas muy cercanas, avergonzándose de la misma.

No existe una situación o estado común que les lleve a realizar este acto. Hay personas que lo llevan a cabo cuando están aburridas o no tienen nada que hacer, otras en cambio suelen hacerlo cuando están en una situación de mucho estrés. Algunas situaciones típicas son tales como cuando se estudia, se ve la televisión, hablan por teléfono, se van a dormir, etc.

Tratamiento psicológico de la tricotilomanía

El tratamiento más utilizado actualmente consiste en invertir el hábito. Para ello es muy importante que la persona tome conciencia de aquellas situaciones donde es más probable que se produzca la conducta descrita. Esto le ayudará a saber dónde es más propenso a realizarlas, y por ende, dónde debe estar más en alerta para evitar que se produzca.

Una vez que el paciente es consciente del acto que va a realizar se le deberá enseñar otro tipo de respuesta que sea incompatible a la que deseamos cambiar, que sustituya a esta conducta negativa por una menos dañina. En estos casos, coger una pelota o apretar el puño pueden ser respuestas alternativas que “impedirán” el uso de la mano para arrancar el pelo.

Actualmente no se ha encontrado un fármaco que elimine el trastorno, aunque los inhibidores de la serotonina parecen disminuir la sintomatología. El entrenamiento en inversión del hábito es el tratamiento que mejores resultados está arrojando para el tratamiento de la tricotilomanía.